Carta a Roberto Barbery Anaya

…los nuevos intereses del canal no son compatibles con el ejercicio de la libertad de crí­tica; requieren acrobacias polí­ticas, que no son de mi incumbencia…!

Querido Hermano,

He demorado un poco en escribirte. No hubo descuido o dejadez, simplemente prudencia para poder medir mis palabras, que por momentos tienden a salir con violencia frente al !humano, demasiado humano!, sentimiento de repulsión ante la inconsciencia.

Inconsciencia de aquel que por voluntad propia asumiste como tu hermano de infancia.

Inconsciencia frente al sometimiento de la tan mentada libertad de expresión al poder polí­tico de turno.

Inconsciencia desequilibrada del interés económico que se sobrepone a la ética.

Inconsciencia social y silenciosa frente al lento deterioro de los valores democráticos y universales que tan bien sabes defender.

No será la primera ni la última vez que incomodas a intereses polí­ticos y económicos. Es el precio que debes pagar frente a la tranquilidad de tu conciencia y a la responsabilidad con la sociedad. Conociendote, no esperaba otra cosa.

En perjuicio de tus propios intereses, una vez más demostraste que la ética se practica, no se discursea.

Hoy más que nunca, me siento orgulloso de ser tu hermano, de nacimiento y por voluntad propia.

Madrid, 4 de Noviembre de 2007

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