El 27 de mayo se celebra en Bolivia el dÃa de la Madre. Intentaré homenajear a la mÃa publicando y haciendo mias las palabras que le escribe mi hermana Vanuska Barbery en la carta a continuación:
Muchas veces te he escuchado decir que las flores hay que darlas a las personas en vida….y creo que no hay nada mas cierto. Es por eso, que estoy aquÃ, queriendo convertir en palabras ese sentimiento de amor que me provoca tan solo tu presencia. Que difÃcil es tratar de poner en papel todo lo bello que glorifica tu existencia. El solo hecho de pensar en ti me hace sentir en casa, recordándome que solo la compasión y el amor generoso son las principales caracterÃsticas de una realización plena.
Cada vez que te observo en silencio puedo verte como sigues viviendo el dÃa a dÃa, por y para tus hijos, pese al profundo dolor que te provoca la pronta partida de mi padre. Sacas fuerzas de ese tu ser interior, que solo tú conoces. Aún asÃ, sigues firme, respirando, con ganas de seguir entregando con arte ese amor sin esperar nada a cambio. Vieja, de ti aprendà que el amor verdadero te hace libre y te da alas para volar porque es puro y nada egoÃsta. Te ayuda a descubrir tu propia esencia. De ti aprendà que mis esfuerzos servirán para contribuir a ese desarrollo final de mi crecimiento. De ti aprendà que la felicidad es un estado de espÃritu, la actitud de la vida misma.
Alguien una vez dijo “hay que tener coraje para amar, dejando morir el ego para dejar nacer el ser†y creo ciegamente que has hecho realidad la teorÃa. Gracias a ti a y papá estoy viviendo mi vida con mà sentido interno mostrando siempre mi yo sin mascaras.
¿Muchas veces me he preguntado como logras partirte en mil para estar ahÃ, ayudando y tan pendiente de cada uno de tus hijos? Luego, llego siempre a la misma conclusión, que solo una mujer tan extraordinaria como tú, con tantas virtudes, puede lograr formar la familia que ahora está a tu lado. Creo que es nuestro mayor tesoro y no puedo dejar de agradecerte por ello. Todos estos años has y sigues siendo mi mejor amiga, mi apoyo incondicional y no tengo palabras para describir la felicidad que ello me provoca. ¡Sigues siendo mi ejemplo y mi armonÃa de vida!
No puedo dejar de recordar la frase de papá: “nunca dejes de mirarte en el espejo de tu madre, porque solo asÃ, el dÃa de mañana podrás ser una gran mujer, una gran madreâ€. A medida que pasó el tiempo pude darme cuenta con exactitud lo que esas palabras significaron. He crecido con tus abrazos, tus besos, rodeada de ese amor incalculable que siempre me dio un espacio infinito, donde puedo sentirme protegida y segura. Crecà al ritmo de tus latidos…
Ahora me toca a mà decirte que estoy aquà para lo que necesites. Estoy aquà para devolverte de alguna manera la entrega total y mágica que solo una verdadera madre como vos puede dar. Estoy aquà para darte mi hombro, como me lo has dado infinitas veces. Estoy aquà para poder seguir recorriendo de tu mano los extraños caminos de la vida. Estoy aquà para decirte que TE AMO.